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Según el reglamento de instalaciones térmicas las guarderías o escuelas infantiles se encuentran entre los establecimientos que deben cumplir con los parámetros más restrictivos en cuanto a la calidad del aire se refiere. Según el RITE estos establecimientos se encuentran dentro del grupo IDA 1 cuyos valores de C02 no deben superar las 350 ppm sobre los niveles en el exterior, lo que dejan el listón de riesgo en las 750 ppm aproximadamente.
Cumplir estos parámetros dentro de estos espacios supone aplicar políticas de calidad de aire estrictas y contar con instalaciones de ventilación y extracción bien calculadas.
Kuttuna Haur eskola de Irún (Gipúzkoa) es la primera escuela infantil del País Vasco en implantar un sistema de monitorización de la calidad del aire y diseñar unos protocolos de ventilación y renovación de aire para reducir al máximo los riesgos frente al COVID.
La instalación ya contaba con una red de ventilación y extracción que funcionaba mediante temporizadores introduciendo aire directamente del exterior y renovando el aire periódicamente. Desde hace unas semanas se han incorporado varios dispositivos envira IAQ en las aulas de 0-3 años y las zonas de comedor.
Hasta la fecha no se ha producido ningún contagio derivado de la actividad educativa del centro y con estos nuevos sistemas se espera que se reduzca al máximo esta posibilidad.
Según Susana Gómez, Gerente de Kuttuna Haureskola: “Crear un ambiente seguro es fundamental para los niños y niñas. Debemos hacer el máximo esfuerzo para garantizar que desde los bebés hasta los niños de 10 años puedan estar 100% seguros en las aulas”. Kuttuna Haur eskola cuenta con un protocolo de seguridad y actuación frente al COVID que incluyen diferentes acciones de limpieza, desinfección para las trabajadoras, familias y los más pequeños.
El sistema implantado, permite a través de la plataforma web NEOS MONITORIZACIÓN, integrar las diferentes sondas instaladas en la escuela, generar alarmas e indicadores y vigilar a tiempo real el comportamiento y la evolución de todos los parámetros vinculados a la calidad del aire.
De manera paralela se ha instalado un sistema de actuación inteligente mediante dispositivos Stechome y tecnología Sigfox que permiten activar y parar los ventiladores y extractores en función a horarios o los parámetros establecidos. En este caso se han definido diferentes ciclos de renovación de aire que son alterados si es detectada alguna anomalía en los parámetros de calidad ambiental.
Dentro de unos meses, también se implantará un sistema de recuperación de energía con el objetivo de reducir el impacto energético por el mayor uso de los sistemas de ventilación y mejorar con ello la eficiencia energética.